Problemas comunes con los vecinos cuando se está de alquiler, ¿cómo lidiar con ello?

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Cuando se alquila una vivienda, puede que el inquilino se adapte completamente o puede que los vecinos sean maniáticos y pongan algunas pegas. No siempre sale todo como nos gustaría.

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También puede ocurrir que el inquilino no tolere bien los ruidos y tenga un vecino al lado que considera que hace más ruido del que debería por ley, transmitiendo sus quejas al casero para que trate de hacer algo.

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Frente a estas situaciones que están completamente a la orden del día, es importante saber qué hacer. A continuación lo abordamos.

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Estrategias para abordar problemas como el ruido excesivo o disputas con vecinos

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El ruido es uno de los problemas más comunes que enfrentan los vecinos y puede salpicarte si vives de alquiler. Ya sea música alta, fiestas o vecinos con hábitos ruidosos, el ruido de forma continua puede llegar a ser muy molesto e incluso perjudicial para tu salud mental y tu bienestar.

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• Durante el horario diurno no se pueden superar los 35-40 decibelios en un edificio. Durante el horario nocturno no se pueden superar los 25-30 db.

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Realmente, nadie se merece vivir incómodo en su vivienda debido a que los vecinos no se saben comportar. Todo ello independientemente de ser propietario o estar de alquiler. Pero, ¿cómo abordar este problema? Puedes seguir diferentes estrategias: 

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• Habla con el vecino que hace ruido: si el inquilino reporta que hay un vecino que hace mucho ruido, lo que tienes que hacer es dirigirse en persona y tratar de hablar con ese vecino. Hay veces en las que el propio vecino no es consciente del ruido que hace. Nuestro consejo es que empieces a hablar de forma tranquila, con educación, exponiendo la solución y a ver si por las buenas lo puede solucionar.

• ¿Y si el que hace ruido es tu propio inquilino? En ese caso, deberás hablar con él de forma amigable, comentándole que no puede hacer fiestas o ruido a partir de las 23:00 horas de la noche, porque molesta a los vecinos que quieren intentar dormir. Es importante que añades una cláusula de este tipo al contrato, para que sepa que tiene que respetar las normas de la comunidad de vecinos. 

• Conoce las reglas de la comunidad: antes de mover ficha, también te recomendamos que investigues si tu edificio o comunidad de vecinos tiene reglas específicas sobre el ruido y los horarios en los que está permitido. Así tendrás un argumento que dar a la hora de abordar el problema. 
• Habla con el administrador de fincas: en el caso de que la comunidad de vecinos tenga un administrador de fincas que le lleve todo, puedes delegar en manos de estos profesionales y preguntar sobre la normativa y si lo que sucede es normal. En algunos casos, pueden intervenir y recordarles a tus vecinos las normas del edificio. 

• En algunos casos, funciona muy bien organizar una reunión de vecinos para poner el tema sobre la mesa y conocer el punto de vista de cada vecino. Es una forma rápida de resolver cualquier conflicto.

• Documenta el ruido: si puedes, trata de registrar los episodios de ruido excesivo, incluyendo la fecha y la hora. Esto puede ser útil para demostrar que dices la verdad y poder mostrar el problema a terceros.
• Contacta a las autoridades: si el problema persiste y viola las leyes locales de ruido (porque hay un vecino que supera los decibelios que marca la ley), puedes llamar a la policía. Ellos se encargarán de darle un toque a la persona que hace ruido, para que se comporte. Si hay suerte, es posible que capte el mensaje y que reduzca el nivel de ruido.

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Mediante el administrador de fincas o a través de una reunión de vecinos podrás abordar cualquier tipo de disputa, ya sea por ruido o por otra razón. Son problemáticas que están completamente a la orden del día y que pueden suceder en cualquier momento, ya sea con un vecino de toda la vida o con un inquilino ruidoso.

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En todos estos casos, es fundamental conocer las leyes de tu zona para ver el estado actual de la normativa y actuar en consecuencia. Porque muchas veces nos puede molestar la televisión alta del vecino de al lado, pero es probable que no se exceda de los decibelios permitidos.

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Esperamos que esta guía te sea de utilidad para saber cómo abordar estos problemas que, lamentablemente, están a la orden del día. Seguro que con conocimiento, paciencia y un poco de suerte no vuelves a tener problema.

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